Hermanas sobrellevando el primer mes de lluvias...
Con incomodidades de la interperie y goteras, pero con una sonrisa que no deja sus labios, las Hermanas enfrentan las lluvias con la fe inquebrantable que pronto Dios proveerá para su nuevo techo de la Casa Sede y Noviciado de la Congregación Marta y María...
Sentadas en banquitos de 60 cm de ancho, las hermanas almuerzan bajo la lámina que da al patio central. No pierden sus sonrisas, pero sus impecables hábitos no escapan de mojarse de la rodilla hacia abajo, por las salpicaduras de la lluvia...
En este patio reciben clases, misa, sirven los alimentos y comen. La mitad de la mesa de servicio queda bajo la lluvia, mientras las Hermanas rápidamente toman su almuerzo, para evitar mojarse.
Al empezar las primeras gotas, entre sonrisas y saltos, las Hermanas han agrupado las bancas donde recibieron clases bajo el sol de la mañana.
Con las ollas, mitad bajo la lámina y mitad bajo la lluvia, sirven su almuerzo y las hermanas comen de pie, recostadas sobre la pared, para evitar mojarse demasiado.
Ya vamos a mitad del camino de la Obra Gris... El primer techo está listo a finales de mayo. Ha valido la pena estos sacrificios, Hermanas.
Sigamos orando para que Dios nos realice pronto el milagro esperado: terminar la construcción del Noviciado.
Infinitas bendiciones a todos los que nos ayudan con sus donaciones, su trabajo y sus oraciones...
miércoles, mayo 27, 2009
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